El Quit De Las Trampas
De gran variabilidad en formas y colores, las trampas distinguen a las plantas carnívoras, y de acuerdo con varios autores (Taylor 1989, Temple 1988, 1993) pueden ser divididas en dos grandes grupos: activas y pasivas.
Las primeras tienen movimiento visible o no en el proceso de captura y digestión de sus presas, con hojas modificadas en forma de bisagra, cubiertas de pequeños tricomas glandulares dispuestos de forma triangular, que se activan con solo tocarlos unas milésimas de segundos, para cerrarse sobre la presa.
Algo semejante ocurre en aquellas que presentan pequeñas y numerosas trampas en forma de bolsita o utrículo, llamadas trampa de ratón, con tricomas en la boca que activan el mecanismo de apertura cuando son tocados por diminutos organismos que viven en el agua o en el suelo anegado. Ello posibilita su entrada por diferencia de presión, y cuando el organismo es muy grande puede ser atrapado por otro utrículo.
Las trampas pasivas no accionan movimientos en el proceso de captura y digestión de sus presas; estas simplemente caen en ellas de forma casual, en su andar por o sobre las plantas. Denominadas fosas, tienen formas diversas y en su interior pueden existir ceras y tricomas que permiten la entrada de las víctimas, pero no su salida.
En general, la alimentación de estos vegetales depende del lugar donde habitan. Por ejemplo, una gran mayoría de especies viven en el agua o en suelos anegados, por lo que las trampas se encuentran sumergidas y pueden capturar rotíferos, protozoos y presas un poco más grandes, como copépodos y larvas de mosquitos.
Algunos de hábitat terrestre son capaces de atrapar insectos voladores como mosquitos, moscas, polillas e insectos que tienen parte de su ciclo vital en el agua.
La más asombrosa de estas plantas es capaz de apoderarse de arañas, ranas, moscas y pequeños lagartos, entre otros, y la más rápida aspira a sus presas en el lapso de 1/30 de segundos.
Algunos géneros tienen distribución restringida, confinada en las montañas de Roraima, en Venezuela; mientras que otros solo se observan en zonas pantanosas de California. Un tipo es exclusivo de América del Norte, y otros se localizan en el sur de Asia y Australia.
En países europeos como Italia, España y Portugal, y asiáticos como Tailandia y Malasia, o en Estados Unidos, estos vegetales han tenido diferentes usos: como componentes de vinos tradicionales, para combatir callosidades de los pies, controlar plagas de mosquitos y otros vectores dañinos a la salud humana y, de forma experimental, como medicamento para combatir el cáncer y las afecciones pulmonares.
